Abric Romaní.
El yacimiento arqueológico del Abric Romaní consiste en un
conjunto de asentamientos Neandertales situado en el cingle del Capelló, en el
municipio de Capellades, unos 50 kilómetros al oeste de Barcelona (España).
Tiene unos 17 metros de espesor y se encuentra a 350 metros sobre el nivel del
mar y 60 metros por encima del nivel actual del río Anoia. La calcificación de
muchos útiles de madera hace de éste uno de los más importantes yacimientos
Neandertales.
El yacimiento fue descubierto por Amador Romaní en 1909.
Hasta antes de la Guerra Civil Española el yacimiento fue excavado por Norberto
Font y Sagué y Luis María Vidal del Instituto de Estudios Catalanes . Después,
a partir de 1950 Eduardo Ripoll y Henry de Lumley continuaron las excavaciones
durante 15 años. Desde 1983, se excavan nuevos niveles, actualmente bajo la
dirección de Eudald Carbonell del Departamento de Prehistoria de la Universidad
Rovira i Virgili.
Baetulo.
En el subsuelo del centro histórico de Badalona (Provincia
de Barcelona, España) la arqueología ha ido poniendo al descubierto, desde el
siglo XVIII y sobre todo desde finales del siglo pasado, numerosos restos de la
ciudad romana de Baetulo que configuran un yacimiento arqueológico de primer
orden de la época romana en nuestro país. En él han trabajado ilustres
arqueólogos y estudiosos, entre otros J. de C. Serra i Ráfols, Gaietá Soler, J.
Font i Cussó y J. M. Cuyás.
La ciudad de Baetulo aparece ya mencionada en las
fuentes clásicas, que la califican de «parvus oppidum» (Pomponio Mela) y de
«oppidum civium romanorum» (Plinio el Viejo). A partir de la epigrafía
encontrada en el yacimiento –sobre todo a partir de la serie de inscripciones
honoríficas halladas al hacer los fundamentos de la iglesia de Santa María y de
la tabula de hospitalidad y de patronaje entre los habitantes de la ciudad y un
personaje ilustre, fechada del año 98 de nuestra era–, se han podido
identificar dichos restos arqueológicos como los de la antigua Baetulo.
Poblado Íbero de Esquerda.
El poblado íbero de La Esquerda, se encuentra en el límite
de los términos municipales de Roda de Ter y Les Masies de Roda, en la comarca
de Osona, provincia de Barcelona. Siglo VIII a. C. - siglo XIV.
El yacimiento arqueológico de La Esquerda se encuentra
situado en la península de 12 Ha. que dibuja el río Ter a su paso por la
población de Roda de Ter. El lugar, está elevado unos treinta o cuarenta metros
del curso del río, confiere unas características estratégicas de defensa y
control del territorio excelentes. Además, su situación en un punto intermedio
entre la Plana de Vic y la zona más montañosa de las Guillerias, le permite el
acceso a recursos naturales diversificados. La confluencia de estas
características explica la larga ocupación del asentamiento, que abarca desde
el bronce final hasta época bajo medieval.
A principios del siglo pasado se efectuaron las primeras
intervenciones en la zona por parte de aficionados locales. En 1977 se inician
las excavaciones arqueológicas sistemáticas por parte de un equipo
interdisciplinario de la Universidad de Barcelona, dirigido por la Dra. I.
Ollich. Los primeros trabajos se centraron en la necrópolis situada alrededor
de la iglesia medieval y en las casas que se organizan a su alrededor. Desde
ese momento las excavaciones han continuado en el sector medieval, y desde 2007
también con la co-dirección de O. Amblàs. En 1981, varias catas efectuadas en
la zona de la muralla confirmaron la presencia de restos de la edad del bronce
de época ibérica en aquel lugar. Desde 1982, y con la co-dirección de M. de
Rocafiguera, excava también anualmente en esta zona, donde se han puesto al
descubierto las estructuras de un opiddumibérico datable entre los siglos V y
IV a. C. Las últimas campañas de excavación han puesto de manifiesto la
presencia de un campo de silos de época alto medieval - visigótica en esta
misma zona.
Puig Castellar.
El Puig Castellar es un poblado íbero situado en la cima del
Turó del Pollo (303 m), en Santa Coloma de Gramanet, en la provincia de
Barcelona (España). Fue creado por la tribu de los layetanos, cuya época dorada
transcurrió desde el siglo VI a. C. hasta el III a. C.
Su estructura elíptica consta de tres calles
longitudinales con más de treinta casas, es dicha estructura la que hace pensar
en una población de poco más de tres cientos habitantes. Habitantes que
tendrían como principal forma de subsistencia la agricultura y la ganadería y,
en segundo término, la metalurgia y el textil. No todas las casa se encuentran
a la misma altura del poblado, cuanto más alta se encuentra una vivienda más
importancia tenían sus habitantes en la sociedad de la tribu íbera, por ello también
se cree que la zona más elevada del poblado era la destinada a los edificios
más importantes (según nos dicen los paneles informativos del mismo poblado que
en la actualidad es visitable).
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